viernes, 25 de abril de 2008

"Fernández, Fernández, Fernández y Fernández".

A mí me parece muy pero muy bien que los que asuman como nuevas autoridades de la Nación se llamen Fernández.

No se imaginan la satisfacción de los profesores cuando en clase de Derechos Humanos podemos preguntarles a chicos de 16 años que no quieren esforzarse en estudiar, e ignoran la forma de gobierno que impone la C.N., qué es la suma de poder público y cuales las atribuciones del Congreso, que es el único que puede imponer retenciones, sí conocen el gabinete y todos se puedan sacar un diez respondiendo:

"Fernández, Fernández, Fernández y Fernández".


Así hacemos viable el proyecto de cumplir satisfechos de que algo respondieron: la norma obligatoria emanada del Ministerio de Eduación de no discriminar a los niños que no estudiaron para la prueba.
Respetemos el Derecho de la minoridad a la educación, recórcholis.


No hay peligro de que digan que el profe le tiene bronca al alumno o que el celular por donde se pasan las respuestas no funciona.

Los aparatos de telefonía móvil y los universtitarios densos seremos inocentes de nulidad absoluta y falso testimonio. O más o menos algo que suene como eso de jurídico.




Lu-



En campaña para:

Lita de Lazzari*, Ministra de Economía doméstica y caminadora de supermerdados.

Benito Fernández Ministro de Cultura, corte y confección.

Guillermito Fernández, Secretaría de Tango y mantenimiento en formol y que se desplace a la Gata Varela.

Y ya que hablamos de felinos nombremos a la "Gata" Fernández goleador argentino. Martín Palermo deberá sentarse a esperar el Día de la Primavera y el de la muerte del Libertador para festejar.


Lita es la excepción que como cualquier otra excepción se establece para confirmar la regla.