martes, 29 de enero de 2008

Comentario sobre porqué no había escrito Podeti durante unos días (la uña encarnada, uno de los mejores cuentos de la historia virtual).



Te extrañé, Po.

De veras.
Ahora copio el e-mail que me envió tu esposa cuando andabas enfermuchi:





Querida Lu:
Disculpá la demora en responderte, pero Esteban anda otra vez con una uña encarnada.
Mientras yo lavo, plancho, cocino, llevo y traigo a los chicos de la escuela, hago los deberes con ellos y tengo que hacer las compras por teléfono, él se queja. ¡Y còmo se queja!
Dice que le duele mucho. Vos viste lo espamentosos que son los hombres. Es que nunca pasaron un parto. Dios es sabio en esto de embarazarnos a las mujeres. Tres uñas encarnadas en toda su vida y fijate...
Con lo que gana por escribir estos blogs no tengo posibilidad de contratar enfermera a domicilio, que si no...
Lo peor del caso es que vuelve locos a los nenes. Cuando está sano (bueno, sano es una forma de decir) se la pasa tiqui tiqui en la pecé todo el dìa y lo único que tengo que hacer es cebarle dos mates cada hora y media.
Dejo mi trabajo de traductora (que hago en la cocina mientras frio las milanesas, hay que decirlo, al menos es más luminosa que el estudio de trabajo de mi marido y además es tan grande que me permite abrir la tabla de planchar y alisar las camisas mientras seco el aceite que chorrea de las milanesas en una servilleta como aprendí por Utilisima satelital) para atenderlo.
Te contaba, Mi Estebanito me está enloqueciendo. Querìa ir al médico ¿podés creer que querìa ir al médico por la uña? Menos mal que don Ramiro, el pedicuro de la otra cuadra, me dio un turno porque si no... esta carta te la mandaba el año que viene, sobre todo porque llaman a la puerta cada cuatro minutos. Son los comentaristas del blog.
Ya vino Butterfly, que dice que ella hizo el milagro (ah, sì curar una uña que se metió para adentro es un milagro para estos vagos), vino el doctor vill_gates, que cada dìa está más loco (como anda la Justicia no es para menos), Corvina (que deja olor a pescado en el ambiente y tengo que prender un sahumerio cuando se va), algunos resentidos, algunos graciosillos de la feria y esas mujeres que no me banco porque dicen que son esculturales y que se la pasan haciendo cosquillas a mi marido: Vontrier y Anai Le, si las agarro les corto las mechas.
Te dejo porque suena el timbre: debe ser la latosa de Lucía Angélica Felino, que cuando empieza a hablar, no te larga más.

Un beso.

Pocha.

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