martes, 5 de febrero de 2008

EL CINE Y LOS CRÍTICOS.

Muchas veces no entiendo por qué tantos comentarios se fanatizan con los publicistas y & B, que no están mal pero son publicistas ¿viste?, y en cambio, ahorran adjetivos en maravillas como ésta. Bah, yo no entiendo nada. Y cada vez menos.

Podría imitar a Borges, a García Márquez o a Cortázar, pero lo que jamás podría hacer, y lo digo con toda vergüenza literaria para el ejercicio de "las diez yemas" citando a Vicent -que tiene una entrevista imprescindible en la página de blogs literarios de El País, si la señorita Castrilli me autoriza el chivo-, es tal como usted (permitime que no te tutee, maestro) imitar el tono y la cantidad de palabras superfluas, melífluas, fluorescentes y fluidas de los criticos de cine con tanta perfección poética.

Me gustó más la crónica que la película, obvio.

Ningún libro que supere las 300 páginas puede ser magistral, cierto, ala ni ariel, excepto que sea las Mil y una noches, que no se llamaba así, que la escribieron entre mil, de ahí el título, durante una noche de borrachera, de ahí el subtítulo, y que tiene interpolaciones cuasi bíblicas, porque parece que Simbad no era marino sino piloto de aviones.

Igualito que lo que hacen los directores que adaptan escritores de culto pero un poco distinto.


Lu

No hay comentarios: