lunes, 4 de febrero de 2008

LEY ANTITERRORISMO - impuesta por el gobierno de U.S.A.

Esta ley repudia todo tipo de libertad de expresión. Anula el derecho a la libre asociación opositora. Es un burdo engendro que repite los paradigmas del estado militar. Es abiertamente anti-republicana. No confiemos en los traidores de la Patria. Violadores del art. 29. C.N. y dueños absolutos de los Super-poderes presupuestarios.




El problema de la seguridad no se soluciona con más presupuesto a los servicios y a la policía.


Hace años que denuncio el hecho de estar en una "lista negra". Hoy en una etiqueta negra, como bien dice en su carta Joaquín Sabina, a quien puede leerse en

http://lasamenazasdejoaquinsabina.blogspot.com


Los personajes del poder, que no ser fueron todos ni se irá ninguno si los medios periodísticos que siguen avalando las mentiras y las actuaciones del tipo (Milone llorando en televisión con Mirtha Legrand y luego confirmó que era ficcional su relación con Artaza), tienen temor de perder sus privilegios y les han garantizado prebendas del no pago de multas.
(¿Hablé de Julio Bárbaro y su denuncia en radio, que no he vuelto a escuchar porque KAníbal Fernández dio "orden de callarse" a cambio de beneficios económicos?)

Estamos ante un abismo.
Preanunciando lo que se viene:

Pena de muerte a quien la Reina ordene que hay que bajarle el dedo.

Si no se debate la ley en televisión (dejo a mis colegas abogados en el arte de la disquisición jurídica que lo hagan en sus foros naturales) estamos entregados.

¿Còmo debe hacerse el debate mediático?

Con abogados, periodistas, historiadores, filósofos y artistas que hablen con toda claridad. Sin partidismo. Que no quieran dar cátedra de sus sapiencias técnicas para lucirse entre sus pares.

Ya saben que soy abogada hace 28 años y nunca pude conciliar con esos discursos académicos y poco claros. Me disgustan profundamente.

Siempre se considera que el que se esfuerza en la sencillez ha de ser un profesional mediocre. Es todo lo contrario.

Hay que hacer un verdadero esfuerzo para traducir esas ininteligibles palabras al lenguaje urbano del argentino medio. La culpa de la medianía es de los propios instigadores a la levedad del conocimiento y a la falta de oportunidad real para los que más saben.

Mediocres son esos abogados floridos en el arte de la palabra jurídica que subestiman nuestros ideales. Los califican de "juveniles" e "imposibles" de cumplir.

Mediocres son los diputados (un caso reciente en el Ari, antes uno más notorio con Borocotó, Lavagna unos meses después de perder las elecciones) que venden sus ideologías y su moral por una abultada suma de dinero y se ponen en el bando de los autócratas. Mezquinos.

Sorpresivamente, para mí, Bonasso no apoyó esa ley. Al menos algunos se van dando cuenta del terror que se avecina.

deivid: te pido que si vas a debatir lo hagas "en criollo", para que te entienda desde el que fue a Yale (no hace falta ir porque aquí hay universidades excelentes, también) hasta el que se pasa el día mirando por celular como se hizo "popó" una chica de G.H. en el jacuzzi, o como se equivoca las capitales "la rubia tarada, bronceada, aburrida..." del koala.


EL POEMA DE AYER EN MI BLOG:

Imagen de tapa de:

Un ciego guiando a otro ciego, de Carlos Polimeni.





CONSEJO SOBRE ESCRITURA.




“Yo no quiero guita. Yo quiero a mis amigos y a la gente”
Luca.


Y salpicá sangre caliente,
Eyaculá sobre los rostros.
Tocálos.
Que pueda olerse tu vómito en la acera,
estremecerse la mirada luctuosa
del francotirador descamisado.
Sé el mejor ajedrecista de palabras.
Contá tu hagiografía
montado en un plumero.
La libertad está en tu mente,
cortapisa,
hato,
martillo.
La libertad no es mentira,
zigzaguea acribillada,
sobrevive vapuleada.
Descorré
el velo del miedo.
Adulterá
los vinos malos.
Socorréme.
Descarnáme
con letra impresa o contando
lo que supe y he olvidado.
Escribí como si fueras
monstruo,
adonis o murciélago.
Los murciélagos son ciegos
con radar en la penumbra
(como Milton, como Borges),
que tienen sectas y aguantan
otro Informe para ciegos.
¿La vida?
La vida pasa;
escrita o hablada pasa.
En cien años será historia
antigua o contemporánea.
En mil años, teogonía;
pero hay que escribir con ganas
como si hubieren marcianos
espiando en sobremesa
después de cenar cadáveres.
Vas a escribir lo que quede
para nadie o para nunca.
No se escribe para uno;
porque hace bien.
Se lo hace
porque atraganta
el dolor abisal de la partida.
No te vayas sin obra en tus espaldas
para el que pueda leerte,
el que abra sus alas vírgenes,
si es que hay Tiempo,
y hay papeles
y libros
o bolígrafos
o máquinas,
que aunque tengan mil cerebros en un chip
son cajas bobas,
almas en pena en un gris pasadizo.
Sé lúcido
por placer,
por deber
y por destino.
No te disfraces de ebrio,
-es mejor
estar dormido, drogado o muerto-.
El dinero está sobado.
Manoseada mercadería rancia.
No busques su mediocridad.
El prestigio, sí,
eso buscálo.
Afilá las pezuñas,
te lo ruego.
Perseguílo por las buhardillas,
hasta en el barro,
debajo de las piedras
rascálo.
Donde hay genio no hay talento.
Si no tienen talento, ¡arre! la injuria
para aquellos que lo compren.
No pidas un consejo de escritura.
No podremos dártelo.
Nos excede.
Cualquier declaración es cuenta nula.
Solo puedo brindarte mi experiencia:
La próxima vez,
mordélos.
Mordélos, Lu,
mordélos.

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