lunes, 4 de febrero de 2008

A LOS QUE HABLAN POR BOCA DE GANSO.

"Ah! Lu, no solo no sos completita, sino que me avergüenza que seas docente. Y encima miras GH, haciendote la intelectual como lo haces."

Comentarista anónimo:





Dios me libre y guarde de ser una intelectual como los que abundan, reproductores de conocimientos foráneos, mentiras dogmatizadas y sin criterio propio.

Prefiero ser una profe, no una académica de galardón para que me premien políticamente con honores, mientras la educación pública de nuestro país estaría en completa decadencia si no fuera por el esfuerzo personal de los docentes y las cooperadoras que la sostienen a pulmón.

Perder ese bastión de igualdad de oportunidades me preocupa más que al comentarista que me agrede sin fundamentar su desacuerdo.

Martín ha de ser representante de Cultura del gobierno oficial, o uno de sus insufribles tapatías, porque de lo contrario no diría cosas como éstas.

Si no cree la denuncia que formulé hace dos días sobre la importancia que la sociedad asigna al fútbol sobre la cultura, y la actitud consecuente de los jóvenes, que pase por la escuela y pregunte.
No queda lejos de la Ciudad Autónoma. A menos de cinco minutos de la frontera capitalina con los trogloditas.

Filmus (de Ley Federal a Nueva Ley de Educación) sigue teniendo admiradores, no obstante.
Puigrós anunció que no habrá aumento para docentes y el Gobernador Solá dijo que en ningún país se concebia subir los sueldos más de una vez al año. Olvidó la mención de que eso es en un país "serio", donde la inflación no sea un índice arbitrario e intrigante causante del alza de precios permanente.


Los que entendemos el concepto de norma jurídica sabemos que este mamarracho plasmado y convertido en ley, por una banda de asesores que cobran fortunas y no superan los 35 años, no es una ley en sentido técnico, sino un largo considerando de lo que la educación tendría que ser. Un desideratum. Una enunciación de la buena fe.
Cambia poco y nada. Modifica un poquito aquello que se podría haber subsanado con una interpretación correcta del digesto (malo) anterior. Primicia es votos.
La Ley promete el 6% del presupuesto. ¿Qué pasará si no lo cumple?
A una conducta ilícita corresponde una sanción.
¿Quién sancionará al funcionario que dice "no hay dinero para educación".
Silencio. No hay responsabilidad. La Ley no dice ni una palabra al respecto.

La filosofía deóntica anda por los suelos.
Hay un "querer ser" no un "deber ser" de los funcionarios que se comprometieron.

La ley ordena y sanciona en caso de incumplimiento.
Aquí, no.
Aquí la ley se encarga de crear un canal de televisión educativo. Como lo oís. Más Gran Hermano que nunca.
¿Quien es el que está apuntando al prestigio mediático en lugar de incentivar el esfuerzo y sacrificio que significa aprender y capacitarse, Martín?
¿De la educación técnica para un país en crecimiento un par de artículos nomás y una referencia a una vieja norma? ¿A quien le importa eso?

El nuevo articulado de la Ley, lo que hace, repito, es un discurso mediocre sobre la importancia de la educación en el país donde todo es frivolidad y top manta. Todo, incluye a los medios periodísticos que presentan noticias sin confrontar y no resisten más análisis que advertir que se baja como cierta, información de una política de difamación del adversario.

Que tengamos que hablar de educación en un blog de humor es un síntoma que nos recuerda a la terrible dictadura militar de las décadas sesentistas y setentistas.

También lo hablamos en las Jornadas docentes, pero a ellas rara vez llega una respuesta o un eco de las autoridades.

El debate nacional no tendría que ser si votamos por x o por y, con el mensajito del celular, sino qué país queremos construir nosotros.

Perdón por incluirme.
Verdad que para este gobierno solamente hay "yoísmos caudillistas".


Otra vez, lloverá sopa. Preparemos las cucharas.


Comandante General
Luciángelica.
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