viernes, 1 de febrero de 2008

TOMATE LA PASTILLITA.

Detesto a las personas que cuando, con el mero afán de ser graciosas, increpan -como chiste- a uno (que está furioso, exaltado o simplemente apasionado por algo) acometen con:

"Tomate la pastillita".

Me parece que la inteligencia de esos títeres de la publicidad no tienen el menor sentido del respeto. Mandar a alguien a "tomar la pastilla" descalifica cualquier diagnóstico médico serio.

Suena increíble que alguien de tu nivel crítico no hubiera aún advertido que en ese latiguillo hay todo un discurso menestoroso para que la gente deje de pensar.

Por razones que no repetiré no estoy de acuerdo con el ballotage; y creo que Filmus saldrá lastimado de esta contienda entre voluntad mayoritaria y soberbia autoritarista del oficialismo. Tus blogs sobre el comentario político son poco creíbles. Faltan elementos para la opinión estructural y te dejás llevar por el discurso de quienes dicen "somos de izquierda, los derechos humanos son de nuestra cosecha y los mejores artistas nos van a votar, ojito". Sin embargo, respeto las opiniones que todavía no maduraron ni reflexionaron sobre el concepto de civismo, de República, sobre la separación necesaria de los poderes del estado, sobre el compromiso ético de la prensa libre y sobre la canalla discrimininación del asistencialismo clientelista.

Por tanto, escucho mucho esa frase (que viene ya sabemos de qué sectores) de automedicación.
La gente que tiene sus células neuronales adormecidas se queja menos.

Por tanto Po:

AUNQUE NO PENSEMOS IGUAL SOBRE ESTRATEGIA POLÍTICA (supongo que en el fondo nuestra ideología es similar)

NO A LAS PASTILLITAS NI A LOS PSICÓLOGOS QUE TE ETERNIZAN PARA LAVARTE EL CEREBRO.


Hoy me enteré que el famoso método "Ravena" para adelgazar, está formulado en un "lavado de cerebro" según una de sus pacientes a quien el doctor de los famosos "le cambió la vida".

¡Qué vida tendría pobre la señora que recién cuando bajó 12 kilos la pudo cotizar en el mercado!.
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